
Despidamos con honores al Año Viejo
y
saludemos con alegría al Año Nuevo
¡¡ FELIZ 2012 !!
Noticias, curiosidades, retales de textos y algún que otro asunto relacionado con la escritura y la literatura.
De las fronteras y los límites:
Mi padre detestaba el otoño. Siempre le oí decir que era la única estación que no le gustaba. No le gustaba nada, en absoluto. El había nacido en noviembre; a saber si guardaba en su interior rastro de su primer trauma o si algo barruntaba, porque falleció también en noviembre: el mismo día en el que tuvo lugar el traspaso del Francisco español más popular de los últimos 50 años a quien él aborrecía. Para colmo ¡A veces ocurren cosas así! Para mí, otoño siempre ha significado época de cambios. Quizá el acortamiento del día, con mengua de las horas de luz solar siendo como soy ave diurna, me produce una inquietud que me obliga a hacer algo al respecto. Hace ahora un año preparaba mi partida hacia el sur y la costa. Necesitaba calor y mar; tal vez también distancia y espacios abiertos. De mi experiencia respecto al año transcurrido hablaré en otro momento. Ahora sólo se trata de dejar este apunte y dar fe de que esta semana comencé a recopilar cajas de cartón para acondicionar mis tesoros más preciados: mis libros, que a éstos los traslado yo personalmente. Como guinda, mentar la película que por azar vi en la tele justo la semana pasada: “Mi mapa del mundo” donde al final, declara la protagonista algo así como que “regresamos al lugar al que pertenecemos” idea ésta de la pertenencia que casualmente también preside la novela en la que he empezado a trabajar. Y he aquí que estoy desplegando gran actividad para enfilar hacia el norte mientras acuden a mi mente pensamientos acerca de mi padre y acerca de mi mapa del mundo. Quizá porque resulta más sencillo que responder alguna que otra pregunta que me hago respecto de mí misma.

"El odio es un borracho al fondo de una taberna, que constantemente renueva su sed con la bebida"


Nerón: "¿Es posible que los seres humanos produzcan un ruido como ése?"
Petronio: "Sí, cuando se les ha llevado demasiado lejos".






"El gusto, el criterio, el sentido estético, se forman leyendo porque con la lectura vamos interiorizando los mecanismos que consiguen dar vida a un relato, de manera que, poco a poco, los vamos incorporando a ese patrimonio interior del que se nutre la intuición. La lectura es en este sentido nuestra aliada. ... ... Claro que para que esto pase quizá haya que leer de un modo un poco especial, a la manera que Nabokov recomienda en sus lecciones: el que resulta de la combinación del sentido artístico con el científico. Él lo explica así: El artista entusiasta propende a ser demasiado subjetivo en su actitud respecto al libro: por tanto, cierta frialdad científica en el juicio templará el calor intuitivo. En cambio, si el aspirante a lector carece por completo de pasión y de paciencia -pasión de artista y paciencia de científico-, dificilmente gozará con la gran literatura. No gozará y seguramente no sacará mucho partido de lo que lee. Al escritor se le supone una profunda carga cultural y de experiencias. Será de ahí de donde se nutran sus ideas y el modo diferente de exponerlas. ... ... Pero no debemos menospreciar la labor de artesano que exige una obra de arte. El escritor debe saber qué hacer para ajustar con precisión de orfebre cada una de las piezas que forman la ficción. Y aquí, además de saber los modos que emplearon los maestros, necesitará una buena dosis de paciencia, un gran amor por lo que hace, mucho sentimiento de ese que llena de fuerza las palabras y preña de vida las historias. Y un fuerte compromiso con lo que está haciendo. Si faltan estos ingredientes poco podrá hacerse con un puñado de reglas."
DEBATE:


