jueves, 6 de octubre de 2011

OPINION.es







RECORTAR, O NO RECORTAR. That’s the question!




"No me aclaro; tiempo atrás se nos dijo que los inmigrantes venían a pagar nuestras pensiones… ahora se nos dice que la inmigración es excesiva y deviene un problema. Agradecería que me lo explicasen con números.


Entretanto, les cuento la historia de una pareja sin papeles en Barcelona. Evalúen. (Evalúen los que producen y pagan impuestos; sólo porque tienen práctica en hacer muchos cálculos para administrarse y llegar a fin de mes; subsidiados abstenerse (sin suspicacias).

Llegan los dos sin contrato de trabajo, por supuesto. No están unidos en matrimonio, por descontado. Lo primero: entrega de la cartilla de la Seguridad Social.

Ella queda encinta, deciden de consuno que el caballero no reconozca el bebé porque ya les han dicho que las ayudas españolas son más jugosas si se trata de una madre soltera (En el asesoramiento los funcionarios de nuestra Comunidad Autónoma demostraron su preparación y valía). Atención médica y parto en el hospital por cuenta de los contribuyentes. De los indígenas, claro.

El padre, que no ha declarado que lo es, se dedica a pequeñas chapuzas caseras por su cuenta, cuando las hay ¿Cómo quieren que se dé de alta de Autónomos y cotice a la Seguridad Social si no tiene permiso de trabajo ni de residencia? Tampoco puede declarar ingresos ni pagar impuestos por igual razón. He aquí la perfección del sistema.

La señora cobra los 2.500 euros (cheque bebé) y manda este importe a su país donde le guardan otro hijo de una relación anterior. Aquí, le buscan un trabajo a media jornada con sueldo pagado por la Administración. En el curro, la señora dura poco: no llega a seis meses. No hay problema; adicionalmente, recibe, a través de los servicios sociales, otras ayudas de entes diversos.


El niño, entretanto escolarizado por cuenta de los contribuyentes. De los indígenas, quiero decir. Insisto.

Por causa de varias infidelidades post-parto de la señora, el caballero le arrea un mamporro. Una contusión en la cabeza. Zona delicada. La señora denuncia la agresión y añade que además la violó. En comisaría la asesoran debidamente: posibilidad de adquirir, gracias al maltrato, el permiso de trabajo y residencia. Más aplicación de la Ley de violencia de género: intervención de la autoridad policial, de la judicial, de los abogados y del equipo multidisciplinar de ayuda a la víctima y de bienestar social. Esto cuesta poco al erario, una bagatela.

Esperando juicio, el caballero se pasa 18 meses en prisión provisional, no sea que se escaquee. Hotel nacional gratis a pensión completa durante 540 días. Bueno, donde comen dos, comen tres.

Como la situación del país empieza a ser la que sabemos y se ha multiplicado por vaya usted a saber el personal improductivo que pulula por la península, alguien decide que la señora empieza a costar cara y se le ofrece el billete de avión para que vuelva a su país. Bolivia. Y allí se va, al menos de vacaciones a ver a la familia. Billete de ida gratuito. Puede resultar rentable regresar y repetir la jugada ahora que vemos cómo funciona ¿Quién no?

Llega el día del juicio, previa movilización de funcionarios, magistrados, abogados, etc. El juicio se suspende por incomparecencia de la señora. Un pariente de una de las partes musita que la señora no vendrá, que está en Bolivia gracias a la invitación cursada oportunamente por el Estado. Estupor general. Coordinación y eficiencia impecables, como es de ver.

La Fiscalía solicita entonces a la Administración que se le facilite el domicilio boliviano de la señora para poder pedir al juzgado que le pille más cerca que la citen a declarar. Y por videoconferencia, claro está. Es fácil de imaginar el pitorreo en el pueblo del país de Morales cuando reciben tal requerimiento .

Entretanto, el pegón agraviado -o viceversa-, gracias al oficio de su abogado de idem –gratis, naturalmente- y a la benevolencia de Sus Señorías, sale en libertad provisional y… mientras llega la nueva fecha de juicio, previa advertencia de que no debe abandonar el país, es acreedor de ayudas públicas de subsistencia.

Tal vez alguien se tendría que preguntar si no es necesario replantearse el sistema.

Ésta que no es racista y que no es xenófoba; sólo nacional de un país pobre"

1 comentario:

  1. Yo tampoco soy racista ni xenófoba, pero he de reconocer que por ahí van los tiros.

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