lunes, 7 de septiembre de 2015

PRESENTANDO "La jugada perfecta"


2015. El escritor alemán Herbert GENZMER me invitó a intervenir en la presentación de la versión española de su novela "La jugada perfecta".

Texto de la presentación:



Agradezco a Herbert Genzmer haberme dispensado el honor de presentar su novela a los lectores de Barcelona.

Algunos de los presentes conocen bien a Herbert Genzmer y su trayectoria. Para los que no, quiero decirles que es un autor conocido y reconocido no sólo en su país, Alemania, sino en otros países europeos y en los Estados Unidos de América.

Como lingüista y filólogo, ha ejercido como profesor en varias universidades europeas y estadounidenses, habiéndose doctorado por la de Berkeley —(de la tesis doctoral hablaré más tarde)— y tiene escritos y publicados artículos, manuales y gramáticas.

Al margen de sus trabajos lingüísticos, ha escrito y publicado narrativa. Relatos y novelas. Herbert Genzmer ha publicado, en total, 36 libros más o menos y se le han otorgado varios premios y distinciones.

Es motivo de satisfacción, por lo tanto, tenerle hoy aquí, entre nosotros. Y ahora, hablemos de la novela.

Para empezar una confidencia: cuando Herbert me entregó este libro yo no le hice ninguna pregunta acerca del mismo; cuando Herbert supo que lo había leído, él no me hizo ninguna pregunta sobre el libro tampoco. Por mi parte ni indagué ni quise leer opiniones al respecto para que nada me condicionara, ni consciente ni inconscientemente. Les hablo pues, honestamente, y como mera lectora.

De ahí que voy a orillar los aspectos técnicos como pueden ser los distintos narradores, la trama y el tratamiento de la intriga. Sólo les digo que el dominio del oficio se hace patente en esta novela.

Sí, tal como reza la reseña es una novela ágil, trepidante, encuadrable por el tema en el género negro, pero con unas “cargas de profundidad” poco frecuentes en el género. Provoca al lector y éste se hace preguntas y ensaya respuestas adicionales a las contenidas en la propia narración.

Es un libro inteligente que produce en el lector honda satisfacción. Dicen que un buen libro es aquel que no se agota con una sola lectura. “La jugada perfecta” pertenece a esta categoría.

Puesto que son los personajes quienes construyen la historia, empezaremos por ellos.

La vida de Félix, el protagonista, discurre entre el juego y el engaño, el timo y la jugada, la estafa, la elaboración de la mentira que es, en definitiva, el tema de fondo.

En mi opinión, el protagonista es uno de los logros más relevantes de la novela.
Vemos que su modo de actuar, constante, va más allá de la mera adaptación al entorno. Es camaleónico, un proceder que cuando es instintivo nace del temor al medio y cuando es aprendido nace del cálculo para medrar en él.

¿Qué encontramos en Félix? ¿Qué encontramos en el personaje? Carencias, por supuesto. Percibimos el desarraigo, la desafección, la inseguridad, el miedo. Y la falta de empatía.

—Al hilo de la empatía: recuerdo haber leído que cuando a Gustave Gilbert, responsable de la valoración psicológica de los recluidos en la prisión anexa al Tribunal de Nuremberg, le preguntaron qué era el mal, su origen, dijo: “El mal es la ausencia de empatía”—.

El mal; el mal nos lleva al lado oscuro del personaje, merece destacarse en la novela un episodio donde se aúnan belleza y sordidez o, si se prefiere, belleza visual y muerte. En este episodio, Félix, el protagonista, nos recuerda a Martin Von Essenbeck, el personaje interpretado por Helmut Berger en “La caída de los dioses”, la primera cinta de la Trilogía Alemana del realizador italiano Luchino Visconti. Belleza y sordidez, belleza y muerte trenzadas como supo hacerlo en su obra Thomas Mann, de quien Visconti era ferviente admirador.

Un guiño, tal vez, que nuestro escritor hace a la gran figura de las letras alemanas.

Leí ayer que en la reseña de un periódico suizo se ha dicho de Herbert Genzmer que “es el más norteamericano de todos los narradores alemanes”. Yo aquí discrepo un poco o, al menos, quiero introducir un matiz: si nos referimos a la forma, al estilo narrativo claro, directo y sin ornamentos añadidos, a la visualidad, a su forma muy cinematográfica de relatar, quizá pueda estar de acuerdo pero el alma, no. El alma es europea.

El autor es un buen conocedor del género humano y nos descubre un personaje psicológicamente muy interesante, capaz de provocar desde el desprecio hasta, en ocasiones, cierta fascinación.

Destaca también, en “La jugada perfecta” el magistral tratamiento de los espacios.
Transitamos por distintos países, paisajes y ciudades. Vemos su colorido, apreciamos sus olores, escuchamos sus ruidos, las pisadas de sus habitantes, sus rostros, sus gestos…

El autor, como excelente observador que es, nos obsequia con todo lujo de detalles que nos permiten “verlo todo” pero verlo —como diría— verlo “todo a la vez”. Las descripciones resultan completas y al mismo tiempo ligeras, livianas gracias a su escritura —digamos— veloz. Esto revela una gran maestría.

Para mencionar en este sentido algo concreto, para poner un ejemplo, hay una secuencia en una plaza de Esmirna, en torno a un reloj de torre, que es de antología. Y no es la única.

Esta historia, además, nos sitúa en la horquilla temporal que va desde la II Guerra Mundial hasta la actualidad, con énfasis en los años 60 y en el repuntar económico germano, lo que se dio en llamar el milagro alemán.

Hallamos pues elementos sociales y económicos no sólo referenciales sino puestos en cuestión. No es una novela de denuncia social porque el autor se explica desde la asepsia en este sentido, toma una cierta distancia, pero la crítica es clara y puede levantar alguna ampolla. Hecho éste que añade, a esta novela, un atractivo adicional.

“La jugada perfecta” es una novela completa; una de las mejores novelas que he leído en lo que llevamos de año —y he leído unas cuantas—.

Al principio dije que de la tesis doctoral de Herbert Genzmer hablaría después. Ahora es el momento.

El título de la tesis fue: “Estrategias de mentir en alemán, inglés y español”. Yo quisiera que Herbert nos explicara el vínculo que hay entre su tesis doctoral y “La jugada perfecta”. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

Con esto termino y paso la palabra al autor que es a quien todos deseamos escuchar respecto a su novela.



Rosa María Torrent Puig
30 mayo 2015



Llibreria Negra y Criminal. Barcelona. Con el autor y con un librero de referencia: Paco Camarasa.



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