Palabras
e imágenes están indisolublemente unidas, hasta tal punto que nadie podría
poner la mano en el fuego a la hora de afirmar si su pensamiento discurre en
palabras o en imágenes. No en balde la figura retórica más usada en literatura
es la metáfora, que no consiste sino en la transformación de un concepto (que,
por su abstracción o su importancia necesitamos evidenciar) en una imagen que
lo representa y al mismo tiempo lo renueva y fortalece. "La metáfora viene
a ser la bomba atómica mental", dice Ortega y Gasset, y con ello hace uso
a su vez de una metáfora para crear en la mente del lector una imagen que cristalice
el término
…
…
Si nuestro amigo del alma nos dice "Estoy fatal", no
descansaremos hasta que nos explique con más detalles a qué se refiere. Y hasta
que no logremos sacarle algo similar a "Es como si me estuvieran
perforando el estómago con un taladro" no estaremos en disposición de
consolarle.De forma que nos movemos constantemente de la palabra a la
imagen, de la imagen a la palabra, con una soltura tal que nos resulta difícil
tratar a este matrimonio como entes separados. Ni falta que hace, pues si
llamas a una se trae a la otra de la mano, y viceversa.
Fuente:
Escuela de Escritores
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