No todo ha sido descanso vacacional, también he trabajado un poco. Entre otras cosas, visioné de nuevo una buena película española y releí una buena novela española.
Miguel
DELIBES (1920 – 2010): uno de los mejores escritores españoles del S. XX.
Como sabemos, en 1947 Miguel DELIBES recibió el Premio Nadal por “La sombra del ciprés es alargada”, pero el
objeto de este post es otra obra suya:
“Los santos
inocentes”, publicada en 1981, que tuvo asimismo notable acogida y alcanzó aún
mayor difusión entre el gran público a raíz de la magnífica versión
cinematográfica que, en 1984 nos ofreció un Mario CAMUS en estado de gracia, al
igual que los actores intervinientes. La película obtuvo la Mención Especial
del Jurado en el Festival Internacional de cine de Cannes del
mismo año.
El tema principal de la obra es la injusticia social. Pone de
manifiesto las desigualdades y la diferencia de clases en la
España rural de los años sesenta.
Caza y
Naturaleza, considerados por algunos estudiosos de la obra sub-temas de la misma,
son relevantes para el autor. Al margen de lo que el texto escrito desprende a
lo largo de sus líneas, obsérvese además la dedicatoria. Delibes escribió: “A
la memoria de mi amigo: Félix R. de la Fuente”. El insigne naturalista español
había fallecido, en un trágico accidente, el año anterior. Ambos, Delibes y
Rodríguez de la Fuente, compartían más que el amor, la pasión, por la
Naturaleza.
“La
situación de sumisión e injusticia que el libro plantea, propia de los años
sesenta, y la subsiguiente” rebelión del inocente han inducido a algunos
a atribuir a la novela una motivación política, cosa que no es cierta. No
hay política en este libro. Sucede, simplemente, que este problema de
vasallaje y entrega resignada de los humildes subleva tanto –por no decir más-
a una conciencia cristiana como a un militante marxista. Afortunadamente,
creo, estas reminiscencias feudales van poco a poco quedando atrás en
nuestra historia.”
Ahora, muy breve: aspectos técnicos. En los sesenta, se experimentan nuevas
técnicas narrativas, como el monólogo interior, y aparecen nuevas formas de
puntuación. Los escritores realistas se centran, adicionalmente, en el lenguaje.
Ensayan cambios.
Dice Ramón GARCIA DOMINGUEZ:
«Delibes es pura observación —escribe—, mirada atenta y fascinada, oído
alerta, predisposición total para lo genuino y, por ende, para el asombro. De
ahí su precisión para el timbre exacto de un personaje, para la palabra justa,
para el matiz que pone las cosas en su sitio, para el indicio o síntoma de si
lloverá o no lloverá» («De mis
encuentros con Delibes», en Miguel Delibes. Premio Letras Españolas 1991, Madrid, Ministerio de
Cultura, Dirección General del Libro y Bibliotecas, Centro de las Letras Españolas,
1993, p. 12).
Para saber más, entre otras fuentes, ir a:
http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/delibes/obra/obra_08.htm
Experimental, en cierto modo también, lo fue una
obra anterior de Miguel DELIBES: "Cinco horas con Mario" (1966). El soliloquio
de una mujer que vela a su marido muerto. ¿Recuerdan? ¡Cómo no!
Tuve la fortuna de disfrutar, hace muchos
años, de la versión teatral de “Cinco horas con Mario” en Barcelona, a
poco de tener lugar su estreno, interpretada por una actriz excepcional: Lola
HERRERA. Inenarrable.
A propósito, para los seguidores y los eventuales visitantes de este blog:
ESTÉN
ATENTOS A LOS PRÓXIMOS POSTS. Les daré
noticia e información cumplida del evento que tendrá lugar, en breve, en
Barcelona, y que los amantes de la literatura y de las demás artes no se pueden
perder. Dramaturgia. La crème de la crème. A
partir del primero de septiembre.
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