domingo, 14 de octubre de 2012

LITERATURA JAPONESA


A Dios gracias cada vez tengo más amigas que están muy al día de lo que se hace en literatura y me espolean. Hoy el tema ha sido Murakami (vanguardia) y yo sólo he leído a Mishima (postguerra). Bueno, Yukio Mishima tuvo la gentileza de publicar su primera obra el año de mi nacimiento, año en el que también se fundó el Estado de Israel. Con tamaños acontecimientos, el hecho de que yo hubiera venido al mundo no tiene la más mínima importancia, evidentemente, pero la coincidencia me resulta placentera. Espero que en el año a que hago referencia, la historia tenga contabilizadas más alegrías que desgracias; si no fuera así, por favor, no me lo digan.

Déjenme también conservar la ilusión de que quizás haya alguna persona que, como yo, hubiera permanecido ignorante respecto a alguno de los datos que aquí transcribo y que la red me ha proporcionado e invito a quienquiera que desea y pueda, a aportar sus comentarios, rectificaciones y añadidos puesto que el tema es susceptible de ampliación y profundización.

LITERATURA JAPONESA

La evolución de la literatura japonesa desde sus primeras manifestaciones en el siglo VII hasta sus más modernos exponentes de nuestros días se divide tradicionalmente en dos grandes bloques: literatura clásica y literatura moderna.

El primero abarca desde las primeras manifestaciones escritas de la lengua hasta los años inmediatamente anteriores a la era Meiji (1868-1912), a partir de la cual Japón empieza a modernizarse y con ello comienza lo que conocemos como literatura moderna.

La literatura clásica se divide en cuatro grandes períodos que a grandes rasgos coinciden con los períodos de la historia japonesa.

Período Nara (710-794) Literatura JODAI 
En sus orígenes la lengua japonesa no tenía un sistema de escritura establecido, por lo que la tradición literaria se transmitía de forma oral de generación en generación en forma de rimas, canciones, leyendas y obras de teatro.
Con el desarrollo del Hiragana, silabario de formas curvilíneas inventado por las mujeres de la corte en el siglo VIII y reconocido oficialmente como modo de escritura en el siglo X, la tradición oral pudo empezar a transcribirse en los primeros relatos que se conservan y que nos cuentan cómo vivían las gentes de ese período.
Una obra destacable es el MAN´YO SHU, el compendio más antiguo de poesía japonesa que recoge 4.516 composiciones poéticas.

Período Heian (794-1192) Literatura CHUCO 
Se desarrolla un tipo de poesía llamada Waka, la mayoría escrita por mujeres y que narraban las vicisitudes de su vida en la corte.

Período Kamura, Murochami, Momoyama (1192-1600) Literatura CHUSEI 
Este período se caracteriza por la influencia y supremacía de la clase militar por ello la producción literaria habla de batallas y conquistas.

Período Edo (1600-1868) Literatura KINSEI 
Este período se denomina así porque se trasladó la capital de Kioto a Edo, la actual Tokyo. Se caracteriza por una popularización de la cultura; es en los siglo XVII y XVIII cuando la clase guerrera (los samurai) y la gente de a pie empiezan a cultivarse y se suman a la creación literaria. Los grandes nombres de estos años que coinciden con el aislamiento internacional de Japón de toda influencia extranjera son los últimos exponentes de la literatura japonesa previa a la occidentalización.
Destacan los autores: Saikaku Ihara en la narrativa y Basho Matsuo en poesía. Este último es considerado el mejor poeta de la historia de la literatura japonesa por la sensibilidad y la profundidad de sus composiciones poéticas. A él se debe especialmente el perfeccionamiento de
 Haiku, un tipo de verso de 17 sílabas en apariencia simple, directo, breve y conmovedor
Posguerra 

Inmediatamente después de la
 Segunda Guerra Mundial, Japón renació llegando a ser una de las potencias del mundo en la actualidad. 
Los cambios sociales, políticos e ideológicos, dieron pie al surgimiento de una nueva generación de escritores.
 

Masuji Ibuse publicó Lluvia negra de la cual hay una versión cinematográfica. Shintaro Ishihara escribió La tribu del sol y Seicho Matsumoto creó Niebla negra.
Aunque de todos ellos hay dos que destacan más aún, se trata de Dazai Osamu y Yukio Mishima. 

Entre las obras de Dazai Osamu, podemos mencionar El sol que declina y Ya no humano, las dos en parte autobiográficas, donde crítica ásperamente la hipocresía del mundo moderno.

Yukio Mishima, gran figura de este período, escribió Confesiones de una máscara, El pabellón de oro, El mar de la fertilidad, entre otras. 
 
Vanguardias

Se considera este período a partir de los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964, fecha que marca la apertura de Japón al mundo, logrando poseer una mentalidad cosmopolita y moderna.

Entre los escritores de estos tiempos podemos mencionar a Kenzaburo Oe, segundo autor japonés en obtener el premio Nobel de Literatura en 1994, obras como Nuestro Tiempo y Una experiencia personal, muestran gran evolución en su estilo, debido mayormente a sus vivencias.

Otro escritor destacado es Shusaku Endo, cuyo prestigio está basado en dos de sus obras, Silencio y El Samurai, que han causado gran polémica en su país.

Para finalizar, encontramos a Kobo Abe, autor de La pared, catalogada como la obra más vanguardista de la literatura del Japón.

Cabe también destacar a Haruki Murakami autor de
 Tokio blues, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo y Kafka en la orilla.


Me ha parecido oportuno añadir algo más: unas propuestas de literatura tradicional japonesa (imágenes de los libros, editorial y su precio) así como una conversación mantenida con Donald Keene: “De cómo se abrió el Japón”.

Como último apunte señalar que parece ser que Argentina y México se han ocupado, con mayor profundidad, de la literatura del país del Sol Naciente.

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