En el largo pasillo del piso en el que
nací había un mueble pequeño, estrecho, de madera de castaño, muy apreciado por
mis padres. Y era muy apreciado el mueblito por una doble razón: tanto él como
su contenido eran las únicas concesiones a lo “no indispensable”. Duros eran
los tiempos.
Encima del mueble, sobre una peana,
agarrada a un peñasco y batiendo las alas, estaba vigilante una hermosa águila. Puedo ver ahora aquella figura como si la tuviera ante mí en este mismo
momento. Debajo, estaban los primeros libros que mis ojos descubrieron… y a los que
yo no podía acercarme salvo cuando estaba sentada en las rodillas de mi padre
mientras él me los mostraba.
El águila, no sé por qué razón ni de qué
manera, desapareció con los años. Los libros siguen en casa.
No eran muchos, no. Seis tan solo.
Éstos:
Cinco semanas en globo, de Julio Verne;
edición de 1934. Ramón Sopena.
Las cuatro plumas, de A.E.W. Mason,
edición de 1944. Editorial Vives.
Clania, de Pablo Cavestany;
Scaramouche, de Rafael Sabatini;
Felipe Derblay, de George Ohnet;
y una gramática catalana anterior a la
de Pompeu Fabra.
Menos éste último, los otros cinco
libros, novelas. Claro.
Recuerdo perfectamente el momento en que
se me concedió el privilegio de dejarme leer una de ellas. Fue la de Julio
Verne.
Hay que decir también que en aquel entonces yo ya tenía mi propia
colección de libros infantiles, bastante nutrida, y que conservaba en buen
estado a pesar del constante manoseo por las lecturas repetidas.
Las imágenes que ven no son mías; estos libros no
los tengo conmigo aquí y por tanto no los he podido fotografiar pero he echado
mano de Internet y éstas son algunas de las cubiertas. Las que he hallado. Tal cual.
Al hilo de estos recuerdos, de estas cinco
novelas y de sus autores…
George OHNET, francés (1848-1918). Dramaturgo
y novelista. El más vendido de su época. Más que Zola, y ya es decir. Muy
distintos, aunque eso es otra cuestión.
OHNET estudió leyes y ejerció de abogado
durante un tiempo; poco. Después trabajó en periodismo y de columnista pasó a
escribir teatro y novelas.
“Felipe Derblay”, se publicó en Francia
en 1882 con el título de «Le Maître de forges». En Inglaterra lo fue con el
título «The Ironman or Love and Pride».
Grande fue, de inmediato, la aceptación de esta novela, tanto en los dos
países que acabo de mencionar como en Italia, Alemania, Portugal, España y
Estados Unidos.
En apenas dos años alcanzó más de 160 ediciones; y a finales de 1910
había conseguido más de un millón de ejemplares vendidos sólo en Francia y 400
ediciones.
No está nada mal ¿verdad?
Para quienes no lo sepan, decir que es una novela costumbrista a caballo
—dicen algunos— entre el “Orgullo
y prejuicio” de Austen y “Norte y Sur” de Gaskell.
Fue representada, durante años, en
teatro y ha sido objeto, asimismo, de adaptación cinematográfica.
mejores que las w4124124 sombras de grey son no? ;)
ResponderEliminarPues... ejem, ejem... yo, eu... verás, supongo que es como dices pero las sombras no las he leído; las sombras me llaman cuando tratamos de fotografía, estimado amigo.
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