domingo, 27 de abril de 2014

PALABRA DE ESCRITOR



"La civilización emerge con la complejidad, existe por ella y desaparece cuando ésta se reduce" 

Joseph A. TAINTER


El sectario no tolera al disidente y cuando el sectario se reúne con sus correligionarios porque sólo con ellos goza compartir y halla buen acomodo, tiene lugar un retroceso a la tribu; la civilización abandona la presidencia y deja su lugar para que lo ocupe la barbarie.
Una persona sectaria puede que sea una persona instruida, pero no es ni será jamás una persona culta. Sectarismo y cultura son antónimos.

Rosa María TORRENT


viernes, 25 de abril de 2014

LITERATURA ESPAÑOLA CONTEMPORANEA


Con ocasión de estar releyendo a Esther TUSQUETS (1936-2012) en EL MISMO MAR DE TODOS LOS VERANOS” (1) he hallado un documento publicado por el CENTRO VIRTUAL CERVANTES; un análisis que hace Mercedes MAZQUIARÁN DE RODRIGUEZ (Hofstra University, L:I. New York) de la novela y de su paralelismo con “CARTA A LA MADRE” de la misma autora.

(En la fotografía: de izquierda a derecha, Moix, Matute y Tusquets) 



Del documento, al que les remito mediante el enlace de más abajo — son sólo seis páginas—, entresaco este fragmento:

«Eran los años de lucha por independizarse del control de la madre, de abierta hostilidad hacia ella, “un tipo de interacción característico entre madre e hija, pero que se encuentra poco en la literatura escrita por mujeres; sobre esto comenta Marianne HIRSH en “The Mother/Daughter Plot: Narrative, Psychoanalysis, Feminism (1989)” que es inexplicable que se encuentre tan raramente el tema de la ira —tan común en la realidad— en la ficción de mujeres y en la teoría literaria»


El inciso que precede ha sido elegido en función del interés, que creo excede el puramente literario.

Volviendo a la narrativa:
En otro orden de cosas y dado que la protagonista de la novela es lo que antaño se llamaba de manera coloquial una chica “bien”, es decir, de la burguesía, el texto de Esther TUSQUETS ha dirigido mi memoria  a Juan MARSÉ y a sus “ÚLTIMAS TARDES CON TERESA” (2).


El nexo nada tiene de extraordinario.

Para empezar, ambos nacieron y crecieron en Barcelona. Marsé vino al mundo en 1933 y Tusquets en 1936.
La novela de Marsé es de 1966 y la de Tusquets de 1978. La sociedad y el período que retratan son los mismos.

Cierto que entre 1966 y 1978 ocurrieron cosas en nuestra sociedad, las suficientes para comprender que TUSQUETS alumbrara esta su primera novela doce años más tarde (al margen del hecho de haberse dedicado de lleno al quehacer editorial hasta la fecha indicada). Yo dudo que en 1966 la hubiera escrito aunque le sobrara tiempo para ello.

Se me ocurre que la lectura —o relectura— de estas dos obras, la de Juan MARSÉ y la de Esther TUSQUETS, nos ofrecerá, con gran realce, con todo detalle, un muy completo retrato social de la época.
Nótese que son dos miradas: la femenina y la masculina. Y las dos miradas de dos autores, nacidos en la misma ciudad, de la misma edad, pero pertenecientes a grupos sociales distintos. Ópticas, pues, complementarias.

Termino con una confesión: tengo una especial querencia por Juan MARSÉ.

Al igual que en la foto, con la mirada y el pensamiento vagando por algún lugar remoto, me lo tropecé más de una vez en la otrora llamada “Librería Harvard”, en la calle Balmes esquina con calle Córcega, donde también acompañado de (o mejor: acompañando a) Carlos BARRAL, departían con la librera —de quien yo me aconsejaba para las lecturas— (la perdí y nunca hallé otra igual) y que me dejaba al pairo durante el buen rato que duraba la conversación de los ilustres visitantes.
Yo me quedaba, entretanto, silenciosa y quietecita en un rincón. 
Marsé era quien menos hablaba (creo que no lo hacía en absoluto) y era el más joven… 
Yo lo era más todavía y sobre todo tenía aún mucho que aprender.

(En la fotografía: de izquierda a derecha, Gil de Biedma, Barral y Marsé)


A propósito, viene aquí otro enlace y que corresponde a la:


Fragmento:

Lo adoptaron Barral, Castellet, Jaime Gil de Biedma… Entonces la amistad era como el largo verano de aquella gente, y Juan era Juanito para todos ellos. Juan García Hortelano, Ángel González, Caballero Bonald, Alfonso Grosso, Antonio Ferres… “Salíamos por la noche, sobre todo con Jaime Gil, de golfería, de copas; como él decía, ‘en busca de la felicidad”. El largo verano de la literatura, y después la decadencia, las muertes prematuras, el tiempo de las insistentes despedidas. No ocurrió abruptamente. “Fue poco a poco. Jaime dijo, mucho antes de morir, que ya no tenía más que decir. Lo de Carlos empezó cuando perdió Seix Barral; creó Barral Editores, pero ya nunca fue lo mismo que en aquella época en la que estuvo con Jaime Salinas, Gabriel Ferrater y aquel fantástico consejo de lectura en el que estuvieron también Juan y José Agustín Goytisolo… Nos seguíamos viendo Carlos y yo los veranos en Calafell, pero vi su paulatina desaparición, todos fueron yéndose”.


Las obras quedan… dice la canción.


lunes, 21 de abril de 2014

DÍA DEL LIBRO 2014


En los últimos meses la Literatura ha sufrido grandes pérdidas, cierto, pero entre el cúmulo de notas, reseñas y comentarios pertinentes y apropiados aparecidos en prensa, no son pocos los despropósitos que se han publicado desde Jueves Santo. Incluso he leído manifestaciones en verdad delirantes. De éstas, las más floridas venían firmadas por autores, precisamente. Vivos, claro.
No voy a hacer una reseña al respecto; enemigos, los justos.
Lo positivo es que, a un par de días del 23 y por lo tanto a contrarreloj, se está haciendo acopio extra de obra de calidad que gozará de un puesto privilegiado en mesas y mostradores, lo cual es de agradecer.

Se lo ruego: nadie sin -por lo menos- un libro nuevo el miércoles próximo.
Compren un libro, regalen un libro.

Feliz Día del Libro, a todo el Mundo, 
i bon Sant Jordi.