martes, 27 de marzo de 2012

RETALES DE TEXTO



Hoy como ayer, mañana como hoy,

¡y siempre igual!

Un cielo gris, un horizonte eterno

y andar... andar.

Moviéndose a compás como una estúpida

máquina, el corazón;

la torpe inteligencia del cerebro

dormida en un rincón.

El alma, que ambiciona un paraíso,

buscándole sin fe;

fatiga sin objeto, ola que rueda

ignorando por qué.

Voz que incesante con el mismo tono

canta el mismo cantar;

gota de agua monótona que cae

y cae sin cesar.

Así van deslizándose los días

unos de otros en pos,

hoy lo mismo que ayer... probablemente

mañana como hoy.

¡Ay!, a veces me acuerdo suspirando

del antiguo sufrir...

Amargo es el dolor, pero siquiera

¡padecer es vivir!

Gustavo Adolfo BÉCQUER