sábado, 27 de junio de 2009

PALABRA DE ESCRITOR


"El talento, en buena medida, es una cuestión de insistencia".

Francisco Umbral

OPINION.es: MILLENIUM


Transcurridos ya unos días desde la irrupción en el mercado de la esperada tercera entrega de la trilogía de Stieg Larsson, aparecen las primeras opiniones. Dejo aquí los primeros párrafos del comentario de Esteban Hernández en El Confidencial. Para leer el resto, pinchad sobre el nombre del citado comentarista.

"La trilogía Millennium es ya mucho más un fenómeno social que un producto literario, por lo que la pretensión de acercarse a ella subrayando méritos o deméritos formales resulta vana. En buena medida, porque ya casi todos los lectores habituales tienen opinión formada sobre su valía. Y, en segundo lugar, porque, llegados a este punto de éxito, la mayoría de los juicios estéticos suelen adoptarse desde la pasión o desde el esnobismo. Este es el instante en que quienes se han sumado tarde al fenómeno hacen manifiesta su adoración por Larsson: cuando algo triunfa de este modo, casi nadie se atreve a manifestarse en contra, siendo las únicas voces discordantes las de aquellos que leyeron la primera novela cuando Larsson aún no era conocido y que ahora comienzan a distanciarse del autor, abrumados por su enorme presencia mediática.
En todo caso, y antes de entrar en el fondo del asunto, se hacen necesarias un par de advertencias sobre este tercer volumen. La reina en el….puede leerse como novela independiente pero no es recomendable. Estamos ante tres novelas que son en realidad una o, apurando, ante tres novelas que son en realidad dos: en la primera entrega Larsson nos habría presentado a los personajes y en la segunda y la tercera vendría a explicarnos sus orígenes. Por lo tanto, conviene respetar el orden que el autor dio a sus obras..."

sábado, 20 de junio de 2009

RETALES DE TEXTOS


«En cuanto al mundo espiritual, la mitad superior del ser humano, se rechaza en redondo, se destierra con cierta solemnidad, hasta con odio. El mundo ha proclamado la libertad, sobre todo en estos últimos tiempos, ¿y qué vemos en esta libertad suya? ¡Nada más que la esclavitud y el suicidio! El mundo dice: “Tienes necesidades; dales, pues, satisfacción, tienes los mismos derechos que las personas más nobles y ricas. No temas darles satisfacción, al contrario, hazlas aún mayores”, tal es la doctrina actual en el mundo. En eso ven la libertad. ¿Y qué resulta de este derecho a aumentar las necesidades? Por parte de los ricos, la soledad y el suicidio espiritual; por parte de los pobres, la envidia y el asesinato, pues el derecho de satisfacer las necesidades se lo han dado, mas sin indicarle todavía con qué medios. Afirman que el mundo, cuanto más avanza, tanto más se une, que va constituyendo una comunidad fraterna a medida que se van acortando las distancias y se van transmitiendo los pensamientos por el aire. ¡Ay! No creáis en semejante unión de los hombres. Entendiendo la libertad como un aumento y una pronta satisfacción de las necesidades, deforman su propia naturaleza, pues engendran en sí mismos muchos deseos carentes de sentido y estúpidos, costumbres y quimeras insensatas. Viven sólo para envidiarse unos a otros, para la satisfacción carnal y la presunción. Dar banquetes, viajar, tener coches, dignidades y servidores esclavos, se considera ya tal necesidad a la que se sacrifica hasta la vida, el honor y el amor al prójimo, y hasta se matan si no pueden satisfacerla.»
"Los hermanos Karamázov", de Fiodor M. Dostoyevski.

PALABRA DE ESCRITOR


"Soy tan partidario de la disciplina del silencio que podría hablar horas enteras sobre ella"


Georges Bernard SHAW

domingo, 14 de junio de 2009

NOTICIA: La luz de Francia, en Madrid.


Para ir al enlace, pinchar ahí abajo.

Fuente: El Mundo.

RETALES DE TEXTOS

"—¿Se da usted cuenta, amigo mío —prosiguió Derville después de una pausa— que existen en nuestra sociedad tres seres, el clérigo, el médico y el hombre de justicia que no pueden amar el mundo? Visten de negro tal vez porque llevan luto de todas las virtudes, de todas las ilusiones. El más desgraciado de los tres es el abogado. Cuando el hombre va a buscar al sacerdote, lo hace impulsado por el arrepentimiento, por los remordimientos, por creencias que le hacen interesante, que le engrandecen y que consuelan el alma del mediador cuya labor no deja de tener algo agradable: purifica, repara, reconcilia. Pero nosotros los abogados vemos repetirse siempre los mismos sentimientos perversos, nada los corrige, y nuestros despachos son cloacas que nosotros no podemos limpiar. ¡Cuántas cosas he aprendido ejerciendo mi profesión! He visto morir a un padre en un granero, sin medio alguno de subsistencia, abandonado por sus dos hijas a las que había dado cuarenta mil libras de renta. He visto quemar testamentos; he visto madres despojando de todo a sus hijos; maridos robando a sus mujeres; mujeres matando a sus maridos, aprovechándose del amor que les inspiraban para volverles locos o imbéciles a fin de vivir tranquilamente con un amante. He visto madres que han hecho gozar al hijo de su primer matrimonio, placeres que tenían que enviarle a la muerte con el fin de enriquecer al hijo del amor. No puedo decirle a usted todo lo que he visto, pues he presenciado crímenes contra los cuales la justicia es impotente. En fin, todos los horrores que los novelistas creen inventar están siempre muy por debajo de la verdad. Usted va a tener ahora el disgusto de conocer todas esas cosas allí, dijo señalando a París. Yo me voy a vivir al campo con mi mujer. París me causa horror."

"El Coronel Chabert" de Honoré de BALZAC

PALABRA DE ESCRITOR


"Uno no es por lo que escribe, sino por lo que ha leído"


José Luis BORGES

martes, 9 de junio de 2009

RETALES DE TEXTOS

“Rodolphe había oído tantas veces aquellas cosas, que para él carecían de toda originalidad. Emma se parecía a todas las mujeres que había tenido por amantes. El encanto de lo nuevo resbalaba, poco a poco, como un vestido, acabando por dejar al desnudo la eterna monotonía de la pasión, que siempre adopta las mismas formas y el mismo lenguaje.
Aquel hombre tan lleno de experiencia no acertaba sin embargo a discernir, bajo la ambigüedad de las expresiones, la naturaleza de los sentimientos. Labios libertinos y triviales le habían murmurado las mismas frases que Emma le decía, por cuya causa sólo creía de una forma superficial en la ingenuidad de ésta.
«Hay que tener cuidado —pensaba— con las frases exageradas que sólo encubren sentimientos mediocres». Rodolphe sabía bien que la exuberancia de sentimientos más poderosa se desbordaba a veces en las más vanas metáforas, puesto que nadie puede nunca traducir adecuadamente en palabras la medida de sus deseos, de sus ideas, o de sus sufrimientos, ya que la palabra humana es como el cascado caldero, a cuyos sones se hace bailar a los osos cuando se pretende conmover a las personas.”

"Madame Bovary", de Gustave FLAUBERT.

jueves, 4 de junio de 2009

PALABRA DE ESCRITOR




"La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés"


Marco Tulio CICERON